Esta fue la constante durante buena parte de mis veintitantos:
Creo que esta foto expresa mejor de lo que soy capaz de explicar mi fascinación temprana por los osos.
Dentro del juego de opuestos que es follar con maduros a los 18 años se incluye este tipo de extremismos físicos: una barriga más grande y dura que mis nalgas; la blancura de mi piel de efebo contrastando con el burdo pelaje del otro. El hombre convertido en oso y, por tanto, provisto de una cualidad animal para el sexo. En aquella época no concebía un hombre pasivo: quería que me follaran a lo bestia; que me procesaran en una trituradora de miembros endurecidos y pelos rasposos.
Nunca he tenido ocasión de hablarlo con ningún oso. Pero sospecho que esta misma pulsión bruta subyace en la fascinación de un oso maduro por el culo de un chaser joven. Las ganas de usarlo, de romperlo. Pero al mismo tiempo de mimarlo y quererlo. Porque si no, ya me diréis qué hace el bruto de la foto con su mano derecha. Marca, pero no empuja. Para eso ya tiene esa panza de curvas perfectas.
Buenas tardes, Jason (no se sí ese es tú nombre).
ResponderEliminarMe siento totalmente comprendido por ti. Hace tiempo que te sigo y me encanta la forma en que no "te privas de nada", jaja. Yo soy un joven veinteañero al que le encantan los osos. Tal que la fotografía expuesta.
No se me quitan las ganas de osos, ni de día ni de noche, desde los 6 años sufro una "rica" obsesión por los mismos. Comencé por mi observar a mi vecino y su rico bulto (tanto el de arriba como el de abajo), luego paso por otros vecinos, seguía mi obsesión por ciertos profesores que no me podía quitar de la cabeza. Pensé que se me pasaría algún día. Hasta que llegó un día en el que me planteé dar el paso definitivo para terminar con está obsesión pensando que la solución era dar el primer paso. Tuve la oportunidad con el vecino mismamente dicho arriba. Pero me sentí confuso al ser su hijo mi mejor amigo y estar casado (hoy no habría desaprovechado nada de nada, me hubiera gustado sentir sus manos fuertes sobre mi cabeza obligándome a comérsela y sentirme poseído por semejante fuerza de la naturaleza como en la fotografía expuesta por ti). Intento evitarlo porque tengo una fuerte relación de amistad con su hijo, pero te aseguro que es uno de los osos más hermosos jamás vistos. En fin...Que me voy por las ramas que di el primer paso y me acosté con un oso 10 años mayor que yo. Me gusto y tuve varios años de relación con él, pero denotaba interés por osos algo más mayores, siempre de más de 40, no se por qué. Y bien es cierto, que no busco ningún tipo de relación parental, ni he sufrido traumas ni nada por el estilo, sólo que me siento bien cuando siento un oso abrazándome, besándome, acariciándome y como no...follándome y lo más importante, durmiendo a su lado, viéndolo soñar cada noche a mi lado. Ya que desde hace varios años mantengo una relación seria con un oso que me dobla la edad, yo tengo 22 años, soy una persona madura, formada, inquieta, inteligente, atractivo y podría estar con mucha gente de mi edad o similares. Pero la fascinación, el deseo y las hormonas se me alteran con ver a un rico oso por la calle. Aunque en la realidad sólo tenga uno cada noche que es lo que más quiero en el mundo, no lo cambiaría por nada ES MÍO Y SÓLO MÍO (lo dejo claro, por si algún atisbao de por aquí me lo quiere quitar,jaja)
Gracias por todos tus comentarios y sigue así. Si alguna vez necesitas un consejo "inoportuno" para tratar en tu blog, aquí me tienes.
Un saludo enorme para ti y tus lectores. Cuidense
Hola José! Pues no vas desencaminado en que por aquí seguro que te salen varios interesados en tu hombre... pero oye, lo bonito en esta vida es compartir... ¿no? :P (¡es broma! haces bien en no cambiar algo así).
ResponderEliminarUna de las cosas bonitas de ir contando mi vida en el blog es que otras personas se sienten identificadas porque han vivido historias semejantes. Así que gracias por decidirte a comentar hoy! Procuraré seguir no privándome de nada, pero tú no te prives de seguir dejando comentarios!!
Hola, gracias por ese anuncio, bueno dicen que él maduro, el oso lo hacen sobroso, es verdad, tengo 40 años y he tenido una que otra aventura con muchachos jovenes, que quieren experimentar y le he dado no una estocada pero, he jugado al erotismo y el cariño, y ha sido una esperiencia muy placventera, para ambos, no han sido desquiete ni maldad pero ha sido muy bonito, siempre he valorado el actos sexual entre dos hombres y el hecho de estar unido piel a piel, entrando en los intimo de las entrañas del otro, e salgo muy reconfortante... Gracias por este reportaje me siento aludido en el buen sentido de la palabra....
ResponderEliminarImpresionante imagen. En verdad, no entiendo la obsesión por ese "yonki chic" que domina la estética humana actual.
ResponderEliminarCon lo hermoso es que haya tantas clases de belleza masculina, tan distintas y tan unidas, como las dos que esta foto bien ratifica.
Un beso.
@Anónimo, pues me encanta que alguien maduro me dé su visión de mis entradas! Muy agradecido por tu comentario.
ResponderEliminar@Hairy, me temo que mi tendencia al contraste es menos humanista que tu acercamiento... eso te honra ;)