sábado, 5 de marzo de 2011

Memorias con Adriano

Adriano Márquez fue mi primera obsesión pornográfica. Él era la estrella de la primera revista porno que cayó en mis manos. Hasta ese momento mis recursos estaban limitados a mi imaginación, que buscaba alimento en situaciones cotidianas libres de toda connotación sexual (vecinos, profesores, anónimos de la calle). Pero de la mano de Adriano descubrí un universo nuevo de provocaciones explícitas. Recuerdo haberme masturbado infinitas veces ante esta fotografía:


Es increíble cómo, en ese momento, el simple hecho de ver el pene de otro hombre de este modo tan directo me transportaba a otra dimensión. Se producía una de esas situaciones que he descrito alguna vez de: "¿Soy yo viendo esto de verdad?". Obviamente, la responder afirmativamente a la cuestión uno también está afirmando su condición sexual. En un ambiente libre de traumas, dos más dos suman cuatro: si verle la polla a Adriano te excita, es que eres homosexual. Como mínimo.

Con el tiempo me desmarqué radicalmente de este arquetipo de chulo. Notará el lector que Adriano no tiene un sólo pelo en el cuerpo y el que tiene, se lo recorta. Pero si el lector es fiel identificará factores que hacen que el hombre me pierda: perilla, entradas y unas manos preciosas. Bueno, y el estampado de leopardo, que le da ese aire cutre que tanto  me mola.



Echando la vista atrás me sigue sorprendiendo la inocencia de aquellos tiempos. Una parte importanto del efecto turbador que el porno tenía en mí en aquella época nacía del hecho de poder contemplar cuerpos "acabados". Desde mi perspectiva de adolescente a medio hacer, encontrarme con cuerpos rotundos como éste eran casi una revelación de lo que yo mismo podía llegar a ser. Los chicos que tienen ahora la edad que yo tenía cuando descubrí a Adriano ya están hartos de comerse pollas por todos los agujeros, claro. Son otros tiempos.

Siguiendo la trayectoria de Adriano descubrí muchas cosas sobre mí mismo. Por ejemplo, que una buena perilla potencia el atractivo de cualquier macho:



También, que el ojo del culo de un tío era material de alto interés erótico:


 Es más: me enamoró el hecho de que Adriano fuera un pasivo excepcional en sus pelis, teniendo como tiene esa pinta de macho redomado. Tiene una escena que es una delicia camp en la que hace de macho latino, con sus cadenas y su bigotillo, y acaba enculado ante la pasmada mirada de su novia. Más tarde llegarían escenas mucho más plásticas en las que un Adriano con barba es follado por Francesco D'Macho. Todo lleno de brillos y filtro de lente que tiene el porno comercial americano.

Así es Adriano. Tanto te hace un posado en la playa que ni Ana Obregón, como se deja meter profilácticamente un puño.


Durante mucho tiempo le perdí la pista a Adriano. Era como un ex del que guardas muy buen recuerdo. Esos con los que acabas follando irremediablemente cuando te los encuentras por casualidad. Yo me daba más al tema oso y a los tíos de carne y hueso. Donde haya un rabo de verdad que se quita uno impreso en un papel.

Pero Internet y el porno fácil me trajeron a Adriano de vuelta. Lo mejor es que ahora es madurito de verdad. Bueno, está en los 40. Y al repertorio clásico ha añadido mayor aplomo y, sobre todo, canas. Muchas canas.

Y un puro.


6 comentarios:

  1. No se los años de diferencia entre las fotos de juventud y la última, pero, siguiendo tu argumento, no sólo vuelves a follar con él, sino que te alegras de hacerlo; porque ves -y degustas- que el paso del tiempo le sentó de maravilla.

    Sin negar que de joven estaba buenorro (según los cánones de la época) la cuarentena (etapa dificil en la vida de todo hombre) lo ha vuelto espléndido.

    Vamos, que me pienso hacer la paja con toda la serie de fotos -por cierto, gracias por la secuencia-, pero me reservo el trallazo para la del final.

    Beso

    ResponderEliminar
  2. Vaya! Pues el simple hecho de hacerte correr con un lampiñico como este me llena de gozo.

    Queda pendiente un "Viejos conocidos" con más estampas del viejo Adriano. Aunque el hombre tiene, como no, perfil en internete y le puedes hacer el seguimiento en tiempo real.

    No mencioné que es español y afincado en Barcelona, donde tiene una peluquería, porque 1) redunda en lo que cuenta cada internauta que habla de él, 2) yo por más que busco me acabo cortando siempre el pelo en una Marco Aldany de los cojones y 3) los mitos, mitos son. Mitos DEBEN ser.

    ResponderEliminar
  3. También como lampiñicos, que no soy excluyente y mi gusto por los hombres es de amplio espectro.

    Lo de seguir los perfiles del famoseo por "la xarxa" como que me da pereza; ahora bien, se agradece el dato que al objeto de tus memorias lo pueda encontrar en BCN. Eso sí, veo que con tus euros no le das de comer, yéndote a las Aldany... ¡qué castigador puede llegar a ser un jovenzuelo!

    Y sí, los mitos DEBEN. Lástima que los míos están tan perjudicaditos que mejor me quedo con su recuerdo.

    ResponderEliminar
  4. al pasar los años vamos apreciando las edades del sexo y nuestros gustos varían según el tiempo vemos claramente que al comienzo eran unas pajitas tiernas de frotar luego el descubrir al otro para luego gozar de todo el placer de estar en dos gozando de sexo sin arrepentimientos ni tabús y así es en todas las actividades que trae la vida
    ah gracias por las imágenes de adriano geniales

    ResponderEliminar
  5. Miguel, suscribo lo dicho por tí: los gustos evolucionan al ritmo de los años y volver la vista atrás puede resultar simpático y entrañable. Pero, por suerte, y aunque parezca una contradicción, algunos deleites permanecen inalterables, al menos en mi caso.

    Y, con tu permiso, te tomo de ejemplo: cada vez que veo tu avatar te aseguro que me alteras, mucho, pero que muchísimo; sin embargo, esa alteración demuestra, es la prueba, que mi gusto permanece, felizmente, intacto.

    Un gustosísimo abrazo

    ResponderEliminar
  6. De nada, miguel, gracias a ti por seguir ahí y comentar.

    En mi caso, chicos, creo que sólo hago que sumar nuevas filias a las ya existentes, de modo que mi arco de estímulos cada vez es más amplio. Pero sí, resulta entrañable recordar cómo me excitaba a veces incluso con el descubrimiento mismo del cuerpo masculino. ¡Y eso que yo mismo tenía uno bien a mano! ;)

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...