sábado, 23 de octubre de 2010

La puntita, nada más

La penetración es algo complicado y complejo. Quizás los homosexuales seamos algo menos intransigentes en culminar con el mete-saca. Pero los genes nos tiran y, puestos en materia, la llamada de la naturaleza nos empuja a meterla en el agujerito caliente que tengamos más disponible.

La importancia del asunto es tal que hacemos de ello una etiqueta. Una forma de vida. Yo he visto descartarse mutuamente chicos que estaban hechos el uno para el otro a todos los niveles. Menos en uno: eran los dos activos. O los dos pasivos. La gente está más dispuesta a sacrificar las excursiones del fin de semana a la montaña para enclaustrarse en la ciudad antes que renunciar a una vida sin meter polla. O que se la metan.

Las pelis porno están llenas de largas penetraciones. Planos de varios minutos con un par de cojones rebotando contra el culo de un tío. Primerísimos primeros planos que, de momento que siguen repitiéndose en cada producción, asumo que interesan a la mayoría de espectadores.


Por eso me fascinan fotos como esta. Ese glande a medio entrar tiene más potencia erótica que un plano de 4 minutos de taladración maquinal. Por no mencionar el hecho de que no se arruina el efecto con un condón inoportuno y que el tío tiene una cara de cerdo que no puede con ella.

Al final, de tanta importancia que le damos a la penetración, la hemos convertido en algo soso y sin gracia. La mayor parte de gente folla en plan conejo, meneando las caderas hasta el orgasmo. No hay juego. Picardía. Sorpresa. Muy poco tíos me han sorprendido con sus folladas: cambios de ritmo, dilataciones disfrutadas en sí mismas... este tipo de cosas.

Por eso, cuando un tío me dice que es exclusivamente activo, por convicción, pierdo el interés. Seguro que pasa por la follada por trámite. Como liquidación tajante de tanta chorrada de besitos y chupaditas. Sin disfrutar del acto en sí.


Cuando soy yo el activo, me pasa lo mismo. Caigo fascinado por la imagen de mi pene entrando y saliendo del cuerpo de otro hombre. Me sigue pareciendo algo fascinante. Incluso alguna vez mis amantes me han comentado, divertidos, la atención que pongo en mirarme el falo. De hecho suelen estar encantados, porque con esto de entrar, salir, parar, retomar, retorcer y empujar se les pasa el rato divertido. ¿Y para qué follamos, sino para pasarlo bien? ¡Dejemos la reproducción a los demás, hombre!

10 comentarios:

  1. Acabo de leer tu post y solo decirte una simple expresión: ¡Olé tus cojones!
    No se puede expresar ni más ni mejor la realidad en sí.
    Como más sincero eres mejor escribes.
    Narrador y narración vehemente, seria, autentica, veraz, mordaz, autentica como la vida.
    ¡Felicidades!

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  2. Y yo agradecido de verte aquí a este lado, tan incondicional. ¡Me ha encantado!

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  3. Absolutamente de acuerdo. Se ha banalizado y 'taladrizado' tanto, que han convertido la penetración en un acto de 'fast food': activo/pasivo, mete-saca, adiós!.

    Reivindico la foto 1: ese momento, ese instante previo, con esa adrenalítica tensión...

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  4. Exacto!!!!!!!!!!! follar ha de ser divertido, ha de gustarte que te follen y no guitando como si te estuvieran matando!!! por eso no puedo soportar las porno orientales, el pasivo parece que este siendo torturado.

    Yo me volvia loco con un latino que me metia la polla (bien gorda) la sacaba, me la pasaba por el ojete.... la volvia a meter me daba un par de folladas, la volvia a sacar...... dios!!!!! me volvia loco!!!!!!

    Por eso reivindico las pelis porno de los años 90 cuando ademas de "algo" de argumento, al follar lo pasaban bien, os recomiendo la productora Cadinot.

    Me ha gustado mucho tu blog, y en castellano que ya es decir jejejeje.

    Te aptc intercambiar links?

    gaybarcelonaporn3.blogspot.com

    Un besooooooooo

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  5. Yo no me siento para nada lo que viene en llamarse activo (ni pasivo porque, de momento, sólo me han penetrado una vez, y de eso hace ya muuuuchos años), pero es indudable que cuando alguien me ha pedido que lo penetre lo he hecho encantado de la vida y siempre procurando tener en cuenta que quien quería ser penetrado no era tan sólo para que yo me corriera follánomelo.

    Lo que sí quisiera apuntar es que cuando te dicen que con condón, aunque seas consciente de tu control, debes de aceptar tener que ponértelo, pero un acto tan sencillo y tan poco estético como es enfundárselo, incluso puede resultar otro excitante juego erótico para ambos, por ejemplo, si es el otro quien lo saca del envase y va forrándote con delicadeza tu miembro al tiempo que procura que no mengue su tirantez.

    Yo, llegado el caso, siempre he pedido que me lo pongan.

    ¡Ah!: Y enhorabuena, una vez más, por el post.

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  6. Me salgo un poco del tema, pero es para opinar que no creo ni en los activos puros, ni en los pasivos puros. Y detesto a los activos puros machistas que se piensan que se es menos maricón por dar y no recibir.

    Un beso

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  7. Qué pillos... cómo os ha gustado la entrada, ¿eh? Por lo menos creo que es la que más reacciones ha arrancado.

    @KEPLER23BCN: yo tenía un rollo que era muy fan de Cadinot y siempre follábamos viendo porno de este. No me acaban de molar los modelos. Ya ves que soy más de tíos "hechos". Pero sí que eran escenas más auténticas que la media.

    @Albert: en las épocas que estamos lo del condón debe ser un acto tan normal como quitarse los calzoncillos. Por eso precisamente suelo preferir que cada uno se ponga el suyo. Es más rápido que aprenderte la polla de otro en pleno fragor!

    @Conrado: no te sales para nada del tema, que yo apunto lo mismo. Lo de los tíos que no son gays, sino que les gustan los hombres, da para una larga reflexión. Tiempo al tiempo ;)

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  8. Estoy completamente de acuerdo con Conrado... Como si por sólo meterla fueras menos maricón. ¡JA! Me han hecho reír muchos maricones con ese argumento...

    En cuanto al tema que se habla: a mí me encanta "mariconear" cuando me la meten o yo la meto. Ahora la sacas, ahora la metes, ahora la sacas otra vez y restregas el capullo por todo el ojete, ahora acaricias con los dedos, luego la vuelves a meter lentamente, luego bombeas un poco, luego más relajado... y cuando me follan, igual, intento meterme en el culo hasta el último milímetro de polla que pueda. Me quedo sentado en ella un rato, moviéndome ligeramente, encogiendo el esfínter para que el otro lo note... Por suerte tengo una pareja nada aburrida en la cama, cuando follamos nunca nos planteamos el "a ver cuántas embestidas soy capaz de darte en un minuto". La cosa va por otros derroteros. Y eso es lo divertido. Además, no se trata de inflar un flotador con una bomba de pedal.

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  9. Blas, me he puesto cachondo con tu comentario de la manera más tonta!

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  10. Eso eso que se pase tu novio por aqui algun dia jejejee

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