Hay mucha verdad en esta foto. Y eso me excita muchísimo.
Aquí tenemos a un hombre de verdad, con un atractivo real. Ya sabéis lo que pienso de las narices con personalidad y los hombres canosos. También de esos hombres correctos y educados que tienen un vicioso de verdad en el interior.
Poque el sudor de este hombre mientras bombea dentro del culo de un chaval es de verdad. Y la cara de placer es PURA verdad. Nada de poses. Los ojos cerrados, la posición de los labios... Este tío ha encontrado una conexión directa entre lo que recoge su polla y lo que sienten sus entrañas.
Pero lo más sorprendente de esta escena es ampliar el plano y observar los pequeños detalles que rodean a este maravilloso hombre que disfruta tan genuinamente del sexo. No sé realmente si me gustan o me repelen, pero lo que es cierto es que sorprenden.
Pero lo más sorprendente de esta escena es ampliar el plano y observar los pequeños detalles que rodean a este maravilloso hombre que disfruta tan genuinamente del sexo. No sé realmente si me gustan o me repelen, pero lo que es cierto es que sorprenden.
El detalle más evidente es la omnipresente moqueta. Es un horror visual, sí. Pero resulta morboso follar aferrándose a esa textura espesa y peluda. También debe excitar pensar que todo el sudor, todo el semen derramado, formará parte de esa moqueta y será parte de esa habitación de ese momento en adelante. El olor del sudor quedará suspendido imperceptiblemente en el aire. La gente caminará sobre el esperma reseco.
Quizá para solucionar eso esté preparada la aspiradora. Justo en el centro de inicio del forcejeo sexual, con la ropa tirada alrededor. O a lo mejor es que el cuento de la limpieza es la que inició esta follada. "Hijo, o cortas el césped o quitas el polvo". "Mejor echemos un polvo".
Luego hay otros detalles incomprensibles. No sé por qué esocgieron esta orientación para colocarse, pero si yo fuera el chaval, hubiera preferido que me encararan hacia la terraza. Que te follen mientras tu mirada esta fija en esa casa de gnomos del quicio de la puerta debe ser una experiencia.
Efectivamente, tiene esta foto algo de maravillosamente real: un macho que no se preocupa de chorradas y decide follarse el culo que le pertenece por derecho natural allí mismo, en medio del salón, y porque sí.
ResponderEliminarHijo, hoy tampoco vas a cortar el césped...
Me encanta inflamar vuestra imaginación! :D
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