No sé qué coño pretendes haciéndote una foto en esta postura. Mucho menos cómo se te ocurre colgarla en Internet para que cualquiera pueda verla. La primera impresión al verte fue que eras un imbécil haciéndote el original fardando de músculos.
No eres osuno: ni gordo ni velludo. No eres especialmente mayor. Ni impresionantemente cachas. Jamás me fijaría en ti en circunstancias normales. Pero... ¿qués es lo normal?
¿Es normal que de repente me atraiga el perfil de tu cabeza? No creo estar muy cuerdo si me evoca cierto sentido de nobleza. De masculinidad. Tienes una entrada pronunciada. ¿Acaso esa promesa de calvície puede acentuar mi excitación? Tienes canas en las patillas. ¿Puedo estar tan loco por el pelo blanco que me motive lo que puede ser un simple reflejo de luz?
Ya ha empezado y no creo que pueda pararlo. Los pies. Los pies no entienden de osos o lobos o gatos. Son siempre hermosos y siempre sexy. Maldita sea, ya me has encendido. Y como un incendio me propago por tus piernas, que ahora veo con otros ojos. Las tienes colocados del mismo modo que las tendrías sobre mis hombros cuando te folle.
De repente caigo: me atraes en esa foto porque falto yo. El hueco soy yo. El espacio que dejas en tu postura ridícula y forzada lo tengo que llenar yo. Y la tensión teatral de tus músculos, la vena de tu hombro, las arrugas de tus abdominales, tendrán sentido cuando yo te retuerza a golpes de polla.
Imbécil.
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espero que tu deseo siga igual ya que yo soy similar a de la foto y te espero en mi cama para lo que quieras
ResponderEliminarasi se habla
ResponderEliminar@Anónimo... ¿y qué haces que no me has mandado un mail con tus datos? :P
ResponderEliminar@vergajo... Gracias hombre ;)
Joer que bien, me ha encantado el post :-)
ResponderEliminar¡Anda, pues qué sorpresa! Porque el señor no es tu tipo para nada, ¿no? :D
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