¡Hola! Soy Daddy Mugs. Por las pintas os podré parecer un cerdo. Y no me refiero sólo al hecho de que tenga la casa como una leonera. ¿A que parece que esté dispuesto a pasarme el domingo por la tarde pelándomela como un mono delante de mi web de porno preferida?
Caliente, caliente... ¡Pero no!
En realidad YO soy mi página porno preferida.
¡Fanfarria!
La culpa es de Bush. Yo no quería. Yo era feliz dedicándome a la industria del motor, algo muy noble y muy de macho. Pero la empresa que me daba el sustento quebró. Y no se me ocurrió mejor modo de ganarme la vida que dedicándome a otra de mis pasiones:
|
¡Los veinteañeros! |
Así, con ellos puedo seguir haciendo cosas de macho. Porque aquí el daddy soy yo. Así que ya saben lo que les toca:
Y la verdad es que funciona, el rollo. Sin ir más lejos, al autor de este blog lo vuelvo loco con mis fondeces de americano medio aficionado a la cerveza pero con cierto trote en los deportes típicos de las barras y estrellas. Y mis pelitos entrecanos tienen un morbo brutal, eso me dicen todos.
Mirad esta foto, por ejemplo:
¿Notáis que las piernas del mequetrefe este son igual de anchas que mis brazos? No estoy mal de hombros, ¿eh? Pero al mismo tiempo me he dejado crecer una barriga muy de papi, que así en este escorzo genera toda una dinámica de pelos que los vuelve locos.
Y no, por más que mis producciones tengan el auténtico saber del hogar americano el chaval no me está oliendo una pantufla. Si hacéis click en la imagen veréis que me está quitando el calcetín con la boca. Porque yo soy muy muy de pies.
De hecho tengo incluso una web entera dedicada a los pies de chavales veinteañeros. Pero, bueno, en el fondo le doy a todo. Tengo escenas de follefolle normal y básico. Pero cuando me da el punto soy capaz de ponerme en plan leatherón o de trajeycorbata, que son rollos que también tienen predicamento entre la audiencia. Total, a mi me cuesta el mismo esfuerzo, que es básicamente quitarme la ropa y meterla en caliente.
¡Así que ya sabéis! Me he follado a más chavalitos de los que vosotros podréis a llegar a soñar nunca y, además, me pagan por ello. Sin necesidad de fichar por una productora explotadora ni de hacer más ejercicio que el levantamiento de birra. ¿O es que Jack Cruise iba a ser el único?
En fin, os dejo, que han llegado un par de amiguitos.
Y como podéis comprender el ver los calcetos que me llevan, resulta URGENTE arrancárselos, aunque sea a bocados.
¡Hasta la vista!