Insistiendo en las mamadas... qué poderosa es esta foto.
¿Algún activocentrista es capaz de decir que al maduro en cuestión le están follando la boca?
Esos brazos, esas manos, están dominando completamente la escena. Ese modo de estrujar la nalga izquierda del muchacho resulta definitiva. Casi parece que esté exprimiendo el recipiente para asegurarse hasta la última gota de semen.
El pobre chavalín estaba condenado de antemano. Esa postura precaria, a punto de caerse a pesar de tener la postura dominante, sólo hace que confirmar lo que el fantástico físico del maduro indica a las claras.
Esas planchas que tiene por pectorales, el vientre firme, las venas de sus muslos... todo en este tío es sólido. Hasta la perfecta bola que forman sus cojones. Los amantes del vello quizá hayan arrugado el ceño frustrados por ese pubis recortado. Pero, ¿acaso el resto de pilosidad de este madurazo no compensa cualquier retoque estético?
La masculinidad de este pedazo de ejemplar de hombre está tan fuera de toda duda, irradia de un modo tan rotundo... que por más que tenga claro que el jovenzuelo es un niñato sin gracia casi me dan ganas de penetrarlo a traición en ese momento de torpe debilidad. ¡La testosterona está en el aire!
Lo porno contigo va a otra dimensión. Qué buena mirada. Un saludo desde el otro lado del Atlántico.
ResponderEliminar¡Enhorabuena!!! Has plasmado, y de qué manera, con palabras lo que para muchos no sería otra cosa que una imagen más, y no: no lo es.
ResponderEliminar¡Fantástico post!!!
Gracias a ambos :) Un placer exponer mi sucia mirada y que además os guste!
ResponderEliminarPues yo quisiera ser esa pobre víctima propiciatoria a punto de caerle encima de su pichulín y quedar atravesada como anticucho por tan peludo ejemplar
ResponderEliminarLo del anticucho me ha gustado, que es un término que desconocía y me encanta la sonoridad que tiene ;)
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