miércoles, 8 de septiembre de 2010

Motivo #163 por el que me vuelven loco los calvos


¿Y lo agradecidos que se quedan luego?

5 comentarios:

  1. No soy nada calvo, pero capaz sería, te lo aseguro, de raparme al cero para que un tipo como el de la fotografía se corriera sobre mi "calva"... Y agradecido que me quedaría... :)

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  2. Así que te gusta más el que está de pie... uhm... interesante esto de compartir fotos... se descubren puntos de vista diferentes. Yo, la verdad, al que se corre casi ni lo he mirado jajaja

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  3. Es tan poco habitual ver manar semejante volumen líquido, y de tan espesa densidad, como el vertido sobre la cabeza pelada de este machorro, que quedé admirado de la capacidad de producción del poseedor del magnífico ejemplar del caño de donde había, y continuaba, manando, por lo que no, no es que quisiera con mi comentario expresar mi preferencia por este último en contra del primero, ya que te aseguro que ambos son de mi gusto. Lo que me encantó, ConMaduros, fue el excitante panorma, hasta tal punto, que imaginé mi cabeza, que tengo cubierta de abundante pelo, pelada al cero para poder recibir en ella toda la calidez del magno y espeso vertido líquido captado en las dos imágenes, y es que me fascina sentir regado cualquier rincón de mi piel por el denso fluido con el que otro hombre me manifiesta el placer de su orgamo.

    Besos.

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  4. En tal caso, es que compartimos alguna que otra pasión ;) Aunque en este caso concreto, realmente, lo que me fascina es justamente poder esparcir mi semen por una zona poco comun. Y luego, ¡recuperarlo!

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  5. A eso, precisamente es a lo que yo me refería: Me encanta que mis amantes eyculen en el rincón de mi cuerpo donde más les apetezca en aquel momento ya que me fascina sentir en mi piel el cálido y untuoso brebaje con el que los hombres manifestamos nuestros orgasmos, pero al no ser calvo ni tampoco ir rapado me puso tontorrón el hecho de imaginar que alguien pudiera correrse en mi cabeza pelada al cero..., y si, además, este alguien dice que le gusta recogerlo, sería maravilloso fundir mi boca con la suya para saborear ambos tan delicada ambrosía.

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