martes, 4 de mayo de 2010

Mamá, quiero a un famoso

Después de los padres de familia y los profesores, los famosos son las referencias que todo jovencito armariado tiene para dar rienda suelta a su libido. Ahora que tenemos Internet todo es mucho más anónimo. En cualquier página de pajeo hay cientos de fotos de tíos para elegir. Pero antes te buscabas tus mitos eróticos. Mejor dicho: te los encontrabas de golpe en cualquier parte (telefilm barato, programa de TV) y luego los buscabas desesperadamente para poder repetir e incluso mejorar la primera experiencia.

Lo del famoso es mucho más fácil porque las posibilidades de encuentro real son casi nulas. Por eso no hay nervios ni complejos. Puedes lanzarte a la imaginación de mil y una escenas sin temor a que cuando te lo cruces por la calle él pueda leer en ti lo que piensas de él.

El juego es divertido. Está la parte irreverente de perder la cabeza con un respetable profesional de su campo. Y la parte en que buscas toda la información disponible sobre el tipo en cuestión: referencias biográfica que hablen de homosexualidad (aunque no tengas muy claro si te sirven de algo o no) o la foto en que lo veas desnudo. Sin camiseta ya vale. Es como un amor platónico, pero mucho más seguro y reconfortante.

Otra cosa muy positiva es el sentimiento de hermandad que se crea con otros admiradores. En mi caso, sin ir más lejos, me encontré con una lista de actores fetiche muy similar a la mía propia en el blog de Conrado. Incluso secundarios de series españolas, con un público potencial muy reducido. Hace ilusión ver que no tienes el gusto tan retorcido.

Iba a empezar mi propia sección de famosos en este blog con una entrada dedicada a un periodista, presentador de telediarios, programas de entrevistas y locutor de radio. Pero he leído por ahí que ganó una querella millonaria a un programa por atentar contra su intimidad. Así que he optado por ilustrar mi admiración con esto:


Posiblemente sean las gafas. Esas que le dan un aire de intelectual. De profe. De tipo que sabe de lo que habla. Las canas acompañan, por supuesto. Pero más allá de eso me parece un tipo muy guapo: Labios finos y nariz bien dibujada. Además su piel parece eternamente bronceada de un modo natural. Eso es sexy.

Me gusta que esté prieto. Esa barriga y ese pecho deben lucir muy bien bajo la influencia de la gravedad.Y de nuevo nos encontramos con un elemento rompedor: tiene un piercing en cada pezón. ¿Quién esperaría encontrar algo así en el cuerpo de este caballero?

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