sábado, 1 de mayo de 2010

Las apariencias... despistan

No nos engañemos.


Un hombre así tiene poco predicameno entre las masas gays. Que si es viejo. Que si es calvo. Que si es un abuelo. Un viejo verde.

Quizás sólo los que ya tenemos un olfato entrenado y unos fetichismos muy claros le entraríamos dispuestos a todo.

Me pregunto qué pasaría si la tarjeta de presentación de este hombre fuera ésta:


Estoy seguro de que el porcentaje de tíos dispuestos a hincarse de rodillas y tragar rabo por cualquier agujero disponible crecería exponencialmente.

PS: esas manos...

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