En este mundo absurdo de internet, donde tener un blog se ha convertido en una profesión, existe una élite de blogueras que vive de contar la ropa que se pone cada día. Son las llamadas "it girls", que con sus consejos en plan amiga guapa y lista consiguen lo que las marcas de moda les cuesta cada vez más con sus campañas millonarias: que las niñas se gasten el dinero en la ropa y complementos que a otros les interesa.
Para mí el interés de este segmento es cero, porque ni en mis sueños más sumisos he valorado la feminización. No me interesa aprender trucos para combinar mi falda con los complementos. El sector gay de esta tendencia, que lo hay, está representado precisamente por el tipo de chico que me provoca la misma excitación sexual que una mujer: joven, delgadísimo y con tendencia a mostrar una juvenil candidez cuando no directamente estupidez.
Hasta hoy, que he descubierto el blog de Joaquín Torres.
Joaquín Torres es arquitecto y diseñador. A lo mejor os suena de verlo por la tele contando cómo le ha rediseñado la casa a la famosa de turno. Se nota que tiene una imagen estudiadísima, con su impecable bronceado, sus personales gafas y las americanas fashionistas que luce. En la linea del tipo de Madrid con dinero y un autoproclamado sentido de la moda.
Pero ahí donde un Nacho Montes me deja frío, Joaquín Torres siempre me ha llamado la atención. Es maduro, ahí está el factor clave. También tiene ese punto de aspecto tan pensado que seguro que esconde una intimidad mucho menos glamourosa. Viciosa, vamos. Ya no quedará ningún lector de antaño que lo recuerde, pero en este blog he comentado lo mucho que me excita el contraste y provocar la ruptura.
Por lo que veo a Joaquín también. Esta es la imagen con la que promociona su blog:
Él dice que es un homenaje a una foto de Yves Saint Laurent y que se presenta ante los lectores de su blog de moda al desnudo.
Bueno. Por las hechuras y cómo le quedaban las americanas era predecible que el hombre se cuida. Quizás sorprende que tanto. Sobre todo el tema abdominal. Pero si necesitaba una chispa para que este hombre me pusiera totalmente cerdo, era ésta.
Sé que el desviado soy yo. Y donde hay un homenaje, un estilo y una elegancia yo veo sexo muy húmedo.
Pero luego el pícaro de Joaquín publica un post con consejos para ponerse en forma. Y, obviamente, él es un modelo de hombre que se pone en forma. Así que la entrada está salpicada de fotos de esta guisa:
Y yo aquí sí que ya me da igual que hable de foulares o zapatos. Yo quiero sudor y vicio. Que seguro que tiene. Y mucho.
Si es que al final todos caemos. Sé de lo que hablo porque yo no gano un duro con este blog. Así que sólo me queda la otra única razón por la que la gente se abre uno: el ego.
Para mí el interés de este segmento es cero, porque ni en mis sueños más sumisos he valorado la feminización. No me interesa aprender trucos para combinar mi falda con los complementos. El sector gay de esta tendencia, que lo hay, está representado precisamente por el tipo de chico que me provoca la misma excitación sexual que una mujer: joven, delgadísimo y con tendencia a mostrar una juvenil candidez cuando no directamente estupidez.
Hasta hoy, que he descubierto el blog de Joaquín Torres.
Joaquín Torres es arquitecto y diseñador. A lo mejor os suena de verlo por la tele contando cómo le ha rediseñado la casa a la famosa de turno. Se nota que tiene una imagen estudiadísima, con su impecable bronceado, sus personales gafas y las americanas fashionistas que luce. En la linea del tipo de Madrid con dinero y un autoproclamado sentido de la moda.
Pero ahí donde un Nacho Montes me deja frío, Joaquín Torres siempre me ha llamado la atención. Es maduro, ahí está el factor clave. También tiene ese punto de aspecto tan pensado que seguro que esconde una intimidad mucho menos glamourosa. Viciosa, vamos. Ya no quedará ningún lector de antaño que lo recuerde, pero en este blog he comentado lo mucho que me excita el contraste y provocar la ruptura.
Por lo que veo a Joaquín también. Esta es la imagen con la que promociona su blog:
Él dice que es un homenaje a una foto de Yves Saint Laurent y que se presenta ante los lectores de su blog de moda al desnudo.
Bueno. Por las hechuras y cómo le quedaban las americanas era predecible que el hombre se cuida. Quizás sorprende que tanto. Sobre todo el tema abdominal. Pero si necesitaba una chispa para que este hombre me pusiera totalmente cerdo, era ésta.
Sé que el desviado soy yo. Y donde hay un homenaje, un estilo y una elegancia yo veo sexo muy húmedo.
Pero luego el pícaro de Joaquín publica un post con consejos para ponerse en forma. Y, obviamente, él es un modelo de hombre que se pone en forma. Así que la entrada está salpicada de fotos de esta guisa:
Y yo aquí sí que ya me da igual que hable de foulares o zapatos. Yo quiero sudor y vicio. Que seguro que tiene. Y mucho.
Si es que al final todos caemos. Sé de lo que hablo porque yo no gano un duro con este blog. Así que sólo me queda la otra única razón por la que la gente se abre uno: el ego.