Uno de los hilos que tengo pendiente de ir desenredando este año en el blog es mi relación con el sadomasoquismo. Algún apunte he dado ya de mi concepción del tema, pero no he entrado aún en materia. Al tiempo. De todos modos, como apunto en esa entrada, para mí es una cuestión de dominación-sumisión más que un asunto de sadismo y masoquismo. Las situaciones tópicamente SM, para mí, requieren de un contexto que les den sentido. Por tanto, todas, absolutamente todas, son perfectamente disfrutables fuera de una pantomima sado.
Por ejemplo, el tema que nos ocupa: el fist fucking. Para el caso: dilatación anal extrema. ¿Por qué vestir de cuero algo que es tan divertido?
Algo que los 100% activos jamás entenderán es que el pasivo es el que más trabaja durante un polvo. Conseguir que los esfínteres colaboren en el momento de la penetración es algo que requiere de una concentración tan fisiológica que carece de todo componente sexy. Los maduros que me leen sabrán a lo que me refiero. Porque por activos que sean en la cama, espero que todos tengan en regla sus colonoscopias.
Ahí empieza el valor de un buen pasivo: se lo curra para que todo vaya sobre ruedas. Fluido. Incluso es probable que ensanche su recto en casa con ejercicios diarios. Hace los deberes. Se prepara para lo que tenga que venir. Como activo, para mí, no hay mayor insulto que: "Me puedes follar si no la tienes muy grande". Esta maligna frase encierra un universo de pereza y autocomplacencia horribles. No me extraña que te hayan follado poco, tío, con esa mierda de actitud.
Por tanto, cuando empiezas a ser penetrado por hombres como norma general, lo normal es preocuparte de esa parte. Ocuparte. De forma natural, vas jugando con la dilatación anal de un modo muy consciente. Y cada paso más allá es un logro. Un placer. Aunque estés solo con tus juguetes. Es satisfactorio a muchos niveles. La progresión natural te lleva a plantearte un objetivo concreto: que me quepa una mano.
Pero para eso necesitas la colaboración de alguien que sepa lo que está haciendo. Lo que se necesita es muy simple, pero irónicamente difícil de encontrar: conciencia. Un tipo que tenga la cabeza sobre los hombros y sepa lo que hace. Con empatía por el otro. No sirven macarras de mazmorra de los de "escupitajo y hasta el fondo". De nuevo, la sombra de la fría y anticlímax visita al médico se cierne sobre la experiencia. Pero mejor eso que un desgarro anal, aunque sea lleno de morbo y artificio.
Encontrar un fister dispuesto requiere rondar el terreno del SM. Me sobra con una mano para contar la gente que he conocido dispuesta a jugar a esto en una relación "vainilla". Siempre se me ha escapado un poco la íntima relación del fist con el SM. Porque no creo que sea algo básicamente humillante. Ni doloroso. Es extremo, en cualquier caso. Forzado, si se quiere. No surge de modo natural. Aunque meterse a definir lo natural en una relacion homosexual es un jardín en el que no me pienso meter. Tampoco diré que sea romántico, pero os juro que la sensación de intimidad con la otra persona en estas situaciones también es extrema. Emociona, y mucho.
Pero posiblemente soy yo el romántico retorcídisimo. Capaz de ver ternura en algo grosero y violento.
Me perturba la violencia contenida en la postura del pasivo. Parece que lo hayan empotrado contra el culo del otro. |
Para el caso, dos cubos |
Cierto: hay cosificación en la figura del fistee. Y no negaré que hay un paralelismo cruel, pero que refleja de un modo rotundo el factor de dominación-sumisión de la escena:
Pero qué le voy a hacer... soy como soy. Y no puedo evitar que imágenes como la de abajo me parezcan HERMOSAS.
La iluminación, la mejilla del fister apoyada en el cuerpo del fistee, la tensión en los músculos del pecho hasta el codo, la profundidad de la penetración, la aparente tensión en la hendidura de la espalda del pasivo... Pero lo más bonito... la mano del activo en el vientre de su amante. La mano que podemos ver, quiero decir.
Descriptivo y a la vez poético.
ResponderEliminarAmigo, te sublimaste!!
Un beso
como se dilata el culo para que un pervertido te meta todo el brazo ni por el hideputa haría algo así
ResponderEliminarGracias Hairy! :D
ResponderEliminar@Miguel, de hecho para que quepa todo el brazo se tiene que dilatar algo más que el culo! Realmente no tengo ni idea de cómo se hace, pero oye... hay gente a quien le encanta!
Caí en este blog de casualidad y ¡Qué maravilla de descripción de lo que es el fisting! felicitaciones y sí, es así tal cual describís: no hay nada más sublime que esa entrega. El segundo capítulo tendría que ser unas cuántas loas a la belleza de la rosa abierta y roja, nada más maravilloso, tanto verla como sentirla ¡qué placer!
ResponderEliminarPues me alegra tu visita, Muy peludo, y espero que caigas más a menudo por aquí! De hecho había pensado en tratar el tema "rosebud" por aquí, pero precisamente me autocontuve porque suelen ser imágenes que hieren sensibilidades. De hecho a mí mismo me impresionan mucho, que tampoco quiero dar la imagen de que soy fister/fistee experto!
ResponderEliminarMe esperaba un poco a ver las reacciones a este post para valorarlo, así que agradezco enormemente la tuya ;)