Tu madre lo imagina también con smoking
Lo que seguramente no entiendan jamás es que pasas el tiempo follando como conejos y haciendo que el esperma que serviría para darles nietos termine rebozando la barrigota de un señor como éste.
Pero que no se me malinterprete. Soy consciente de que George Clooney es más guapo que el señor del cruising. Seguramente en frío busque a uno así. Lo que no hay que olvidar nunca es el sexo es algo CALIENTE.
En caliente he hecho muchas cosas que jamás me hubiera planteado. Eso incluye haber follado con mucha gente que en otras circunstancias ni siquiera habría mirado. Vayamos más allá: he follado con hombres que incluso me repelían. ¿Por qué? Pues porque el vicio en sí mismo me puede. Soy capaz de convertir un estímulo desagradable y anticlímax, como el que un señor que no me gusta nada de nada me esté a punto de penetrar, en un motivo de morbo. Disfruto de ese momento precisamente porque el tipo que me está follando no me gusta.
Algunas de las historias que me gustaría contar en este blog describen este tipo de situaciones en el que llego a un punto de no retorno. Sinceramente, es lo que más me gusta del sexo: llegar a desinhibirme de un modo tan absoluto como ese. Suele ocurrir en lugares públicos, claro. Si quedo con alguien por internet voy siempre sobre seguro y más “en frío”. Además suele ser una sesión privada. La suerte de tener mi punto exhibicionista es que las posibilidades se multiplican.
Lo más divertido es que, para empezar, el concepto de hombre que me gusta y el que no es muy personal, como el de todos. Seguramente cada lector habrá tenido una imagen mental de ese hombre “asqueroso” del que hablaba antes y habrá pocas coincidencias. Cuanto menos con la mía propia. Un efebo de 20 años depilado podría ser ese señor anticlímax para mí, recordémoslo.

Me apetece tomar un caso práctico. En la página older4me hay una selección de películas porno protagonizadas por maduros. Ahí hay maduros que me gustan mucho, otros que no me gustan nada y otros que me dan igual. Estos últimos son los peores, claro.
Os presento a Anthony:
Este hombre no tiene nada que me atraiga. Como mucho, la edad y el traje. No digo que no sea feo: es actor porno y ha pasado castings y selecciones para estar ahí. Su público tendrá. Pero no soy yo.Imaginemos que me encuentro a Anthony en el parque. O en una sauna. Pasaría de largo, de eso estoy seguro. Pero, ¿qué ocurre si él me entra a mí para decirme que si me monto algo con él y dos amigos suyos como éstos?

Anthony me sigue poniendo poco o nada. El de la izquierda de la imagen no es mi tipo (odio los tatuajes masivos) pero tiene mucho más morbo. El de la derecha de la imagen es un cerdo total. ¿Suficiente para montar una follada a cuatro? De sobras. ¿Que puestos en faena vienen dos Anthonys más a la fiesta? ¡Que se vengan!


Al final resulta que Anthony tiene un cuerpecito medio peludo muy apetecible. Y unas ganas terribles de usar su boca. ¿Cómo desperdiciar ese por un prejuicio?







