sábado, 31 de julio de 2010

Forcejeo

Tengo debilidad por estas instantáneas que capturan un momento. Me gustan más que las poses estudiadas e incluso más que los videos completos. En estos casos me imaginación se inflama.

Repasemos lo obvio: un maduro calvo con pelo en el cuerpo. Su sola visión ya excita. Incluso la postura, agarrando al otro por el pelo en plan "chupa aquí y no pares" resulta evidente.

Vayamos a por los detalles. Esas nimiedades que muestran lo enfermo que estoy: me vuelve loco el brillo de sudor en su calva. Está sofocado, es evidente también por lo roja que tiene la cara. Está en tensión, en pleno esfuerzo. Es como me excitan los machos: en plena exhibición de poderío.

Un detalle aún más elitista: el cambio de textura entre su antebrazo moderadamente peludo, curtido por el sol, y su antebrazo más pálido. Son esos detalles que, de algún modo, te hacen ver que estás viendo un paso más allá de lo que suele estar permitido.

Pero no habría colgado esta foto si no me hubiera fascinado lo que a estas alturas todos estáis pensando ya: ¿qué signfica el gesto del chaval de debajo? ¿Le está tapando la boca? ¿Para que no gima mientras le come la polla? ¿O le ofrece la mano para que se la chupe? Algo extraño, en cualquier caso, pero que conmueve por el deseo que impulsa a intimar aún más en el contacto con el macho con el que estás compartiendo ese arranque de pasión. 
 
O es que quizá precisamente está intentando alejarlo de él...

.

sábado, 24 de julio de 2010

Correo de los lectores: maduro en los 70

El otro día, navegando por los perfiles de la red, encontré un morboso maduro peludísimo:


Visto en perspectiva, la cosa no hacía más que mejorar:


Y ya me dio vértigo cuando leí la edad que tenía: 73 años.

73 años y buscando guerra
73 años y haciéndose fotos como éstas


73 años y buscando aún culitos donde meter la polla
73 años y provocando de este modo

No pude evitar mandarle mensajes tirándole los tejos. De esa conversación salió un mail que contenía estas fotos y su permiso para ofreceros públicamente la visión de un cuerpo tan morboso. No me dejó poner el link a su perfil, como en otros casos. Pero que sepáis que este hombre anda por ahí y tiene ganas de vosotros...

martes, 20 de julio de 2010

Oso rosso

Lo de los pelirrojos empezó como offtopic pero es que, joder, a veces me saltan a la cara hombres como éste:


Un ejemplar perfecto de lo que es un oso para mí y, además, pelirrojo. No puede resultar mejor.

Bueno sí: el decorado de la foto y las botacas sugiere que le mola el sexo industrial. Sucio. Expuesto a miradas ajenas. La cara de palo y el piercing en el rabo no sé si significan que es activo y cañero. De todos modos, me temo que sus pezoncillos rosas y su barriga lo hacen un candidato perfecto para que desee follármelo patas arriba. Su PA puede lucir sexy rebotando contra su panza al ritmo de mis embestidas...

sábado, 17 de julio de 2010

Uso y abuso

A veces me espanto de lo sumiso que soy. Sumiso entendido como hombre entregado al placer de otro hombre. Como ya he explicado, sumiso se nace.

Me da lo mismo que el otro desee azotarme hasta cansarse o darme besitos hasta que se le duerman los labios. Me encanta entregarme a lo que de verdad al otro le gusta. Jugar a lo que sea. Pero con sus reglas.

Entrega es la palabra clave: una vez he aceptado explícita o implícitamente el dominio del otro, hay pocos límites. Hay tíos que te lo plantean en términos de humillación, pero para mi no es eso. No me he sentido humillado cuando me he visto envuelto en situaciones límite. Al contrario: me he sentido elevado por el hecho de hacer gozar a otro hombre y ponerle en un estado mental de éxtasis.
Las relaciones más duras que he tenido han sido las más satisfactorias, en todos los sentidos. El sexo es algo físico y, por tanto, físicamente debes darlo todo en un polvo. Acabar hecho trizas. Resollando. Con agujetas. Sudado. Por otro lado, llegar juntos hasta el límite (quizá un poco más allá) requiere complicidad, comunión, conectar a un nivel más profundo que el físico. Sin llegar al cariño, ni al amor. Mucho menos al respeto. Conseguir encontrar ese punto perfecto es sumamente satisfactorio.



Imágenes como ésta me resultan increiblemente poderosas. No hay teatro ni artilugios. No hay ni mazmorras hechas un asco ni accesorios de cuero. Hay un chico que se entrega y un hombre que coge lo que le dan. Sin remilgos. Con seguridad.

Vuelvo siempre a las manos: las manos del activo, que ordenan y mandan. Apresan al otro en una posición de entrega total. Las manos del pasivo, crispadas. ¿Es dolor o placer? Será lo mismo que expresa esa boca abierta en un jadeo, quizá un grito. Está en la frontera entre el uso y el abuso.

Me encanta la fragilidad del pasivo: ese cuerpo blanquito, delgado y bien definido. La redondez de sus nalgas, que seguro han provocado que ahora el chaval esté mordiendo el colchón en ese rictus congestionado. ¿Había previsto que se lo follaran con tanta rotundidad cuando inició sus cantos de sirena?

Me admira la actitud del activo: tranquilo, sin exageraciones ni poses peliculeras. Se está tomando su tiempo para follarse ese culo. Da igual que el chaval gima, grite, se retuerza o llore. Lo tiene donde lo quiere tener y los disfruta como le da la gana.

.

jueves, 15 de julio de 2010

Fetichismos: PIERNAS

Así, en mayúsculas.


Que es que ya ni siquiera es la calidad del muslo en sí. Sino especialmente la cantidad y (OH-DIOS-MÍO) la textura del vello.

.

martes, 13 de julio de 2010

Los machos son calvos

Nunca entendí el complejo de los hombres que se quedan calvos. Buscando información en Internet encuentras lo siguiente:

Al investigar detenidamente el flujo de la hormona masculina testosterona en la sangre, se descubrió que, al contacto con la enzima 5-alfa reductase, ésta se convierte en Dihidrotestosterona (DHT).

El DHT afecta a folículos pilosos genéticamente propensos, los cuales se debilitan más conforme más tiempo pasan expuestos al DHT.

Esta degeneración de los folículos hace que los cabellos duren menos tiempo, crezcan cada vez más delgados y débiles, hasta que el folículo muere.


En otras palabras: hay machos tan machos que ni siquiera su pelo lo puede aguantar. Su testosterona es tan potente que destruye cualquier signo de debilidad en ellos. Empezando por sus folículos más débiles.

Si eso no es masculinidad, entonces no sé qué será.

 ¡Por Zeus Todopoderoso!

La alopecia para mí es el alfa y el omega: puede ser el principio de un morbo incomprensible o rematar algo ya de por sí maravilloso. Incluso me dejo engañar como un tonto y me excito como un imbécil ante la visión de calvos de mentira. Dios bendiga a los hombres que tienen la valentía de afeitarse la cabeza.

 "Pero si podría tener tu edad... ¿No te molaban los maduros"
"Pues sí... peeeroooo..."

De todos modos, la calvicie está muy relacionada con la edad. No sé qué fue antes: si que me gustaran los calvos a raíz de ver a hombres mayores sin pelo en la cabeza o que el hecho de que me gustaran calvos me empujara a los brazos de los maduros. Lo que sí está claro es que forman un binomio PERFECTO:

 Os censuro la mitad inferior porque estamos hablando de calvos.

Lo de que nos gusten maduros es ciertamente retorcido. Habrá quien me tache de elitista al poner una foto como la del hombre anterior. Pues bien, tampoco dudaría ni medio segundo en mantener sucias e intensas relaciones sexuales con estos hombres:

 OK, os concedo que el pedazo pollón de éste motiva especialmente. Pero, ¿qué me decís de éste?
 

Volvemos de nuevo a mi maldición: follaría con prácticamente cualquier hombre vivo. Sólo hay que mirar las fotos de esta entrada una detrás de otra para darse cuenta de que no le hago ascos a nada. Como siempre digo: no me preocupo. Lo disfruto. Es genial que me motiven incluso escenas de sexo tan poco de manual como ésta:


.

lunes, 12 de julio de 2010

Demostración de fuerza

A mi me agarran así para chuparme la polla y me suben y me bajan a pulso...


 ...y creo que me desmayo...

.

domingo, 11 de julio de 2010

Hoy toca fútbol

Inevitable en un día como hoy. Pero, por supuesto, hablaré de los hombres del fútbol. Los que me ponen, vaya.

Cuando la gente habla de futbolistas sexy inevitablemente salen los nombres de los blanditos de turno:


Por eso a mí nunca me han gustado especialmente los futbolistas. De hecho se retiran antes de los 35, que es cuando empiezan a ser interesantes. Sólo recuerdo dos casos de futbolistas en activo que me provocaran cierto picorcillo. Seguramente porque sus éxitos me pillaron en plena fiebre adolescente:
La madurez le ha sentado aún mejor. Pero en su época lo recuerdo como rudo, bruto y siempre enfadado hablando en troglodita. Puro macho.

Me descubrió lo que una mandíbula recta y fuerte es capaz de despertar. Sin mencionar un par de muslos anchos como yo. Mirando atrás, también es el orígen de mi tendencia por los hombres más bien bajitos.

Desde entonces, sequía. No recuerdo especialmente a ningún futbolista que me haya despertado interés. Mi liga se juega, definitivamente, en el terreno de los entrenadores. Y de los presidentes de los clubes, por supuesto.

Soy fan incondicional de Rafa.

"Qué está diciendo este mariquita de mí?"

No, no... en serio. Ya me gustaba cuando estaba en Valencia. Pero mucho más cuando se fue a Liverpool y se dejó perilla.


De hecho lo descubrí en un telediario. No sigo el fútbol, claro. Pero dieron una noticia sobre un acto benéfico donde participaba él. Me sorprendió mucho que un entrenador de fútbol hablara como él lo hacía. Y mi radar de maduros cachondos empezó a rastrearlo incansablemente.

Las ventajas de que te mole un deportista: dos fetichismos en uno.

Pero hoy toca hablar del Mundial. 

De los cientos de tíos atléticos que corren por el césped africano no me motiva especialmente ninguno. Pero no puedo negar cierta afinidad hacia un par de brutos que apuntan maneras. Mi selección particular (sobre todo para dentro de unos años) son:

Lo más rapado del Mundial. Otra cosa más que debo agradecerle a Rafa, que se lo llevó hacia Liverpool. Lo más sorprendente: el tío tiene 27 años. Nunca me había gustado tanto que un chaval se conservara tan mal.


Lo de éste es aún más grande: 24 años y con pinta de tener 45. Me fascina esa cara de poder empezar a pegarse cabezazos contra la pared en cualquier momento. Su foto está al lado de la palabra "bruto" en el diccionario.

En serio. No me lo explico.

Quizá lo explique mi tendencia hacia los pelirrojos y los británicos en general. Pero éste es un fetichismo que ya os explicaré otro día.

.

jueves, 8 de julio de 2010

Un hombre normal...

...se ve mucho mejor con una buena pelambrera rojiza. ¡Por arriba y por abajo!


Aunque seguramente éste sea uno de esos casos en que unas gafas anticuadas y una sonrisa poco afortunada pueden estropear a un anónimo con mucho potencial.


Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...